Luego de escuchar tantas críticas, buenas sobretodo, algunas dispares, y por supuesto, luego de llevarse el galardón mayor de la meca del cine, recién ahí, me dispuse a ver la película que quería ver hace tiempo.
Lo primero que pude observar fue la fantasía liberada de sus autores, fantasía que no tiene nada que ver con la realidad, con la que no nos podemos comparar, y aún así, se llevó la estatuilla dorada.
Para ser sincera, en muchas partes me sentí como una niña, cerré mis ojos para no ver, para que las imágenes desgradables no quedaran en mi mente.
Creo que esta película es por lado un canto al amor y la libertad, ¿para el amor no hay límites, cierto?.
Sin embargo, también puede hablar de la falta de amor en su protagonista, y que por eso mismo decide aferrarse al primero que la ama sin prejuicios, sin exigencias, simplemente la acepta tal cual es.
Entonces, podemos estar ante 2 escenarios: el amor que hace todo por el bien del otro, y en el que no existen límites ni prejuicios, y el amor que llega justamente por un desamor (no necesariamente en la pareja, sino en la familia, en las amistades, etc...., etc....)
Si soy honesta, no disfruté la película, si bien considero que está muy bien hecha, que tiene unos efectos geniales, un arte increíble, y unas muy buenas actuaciones, no me parece que merezca recibir un Oscar. Considero que hubo muy buenas películas que quedaron afuera, ni siquiera llegaron a la nominación. Pero soy simplemente una voz más, que emite su opinión.
Lo que sí, vuelvo a valorar, la fantasía liberada de los autores que se dejaron llevar sin importar el qué dirán.
Sigamos creando, sigamos escribiendo, sigamos viendo cine. Vale la pena.
Lic. en Actuación Laura Mobilia para Lauetmo Prensa
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