Bajo la dirección de la británica Penny Cherns, encabezando el elenco Osqui Guzmán y Malena Solda, se desplegó una increíble puesta, en la que destacan su escenografía (realizada por el talentoso Jorge Ferrari), con un increíble uso de niveles del espacio, lo que le brindó a los actores la posibilidad de usar el cuerpo en su máximo potencial, no sólo para moverse por el espacio, desprovisto de objetos, sino para sumarles a su propia interpretación movimientos que fueron acordes a la escena.
La iluminación, diseñada por Eli Sirlin, fueron palabras mayores; pudo observarse que es un personaje en sí mismo, un personaje más, deslumbrante, que aportó un elemento vital en la escena, espectacular, en mi opinión, entre la escenografía y la iluminación, lograron realzar la escena y las actuaciones, siendo los elementos principales, y más imponentes de la obra.
Cabe destacar el excelente trabajo realizado por cada miembro del equipo, tanto técnico como artístico.
Vale la pena tomarse el tiempo para verla.
Por Laura Mobilia - Lic. en Actuación
@laumobilia
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